Prefiero que el cielo te lleve consigo
Prefiero el destierro y no verte jamás
Prefiero pasarme la vida escondido
Hasta que el olvido me devuelva la paz
Prefiero se vuelva de plomo mi cuerpo
Y hundirme en la tierra que pisan tus pies
Prefiero perderme dentro de un gran desierto
Para nunca verte
Y no ver en tus ojos un lago de hielo
Que ningún beso mío podría derretir
Sentir la distancia que emana de tu cuerpo
Pues en vez de haber muerto volviste a florecer
Prefiero la amnesia, la lobotomía
Cualquier cirugía que me haga olvidar
Prefiero tu ausencia, prefiero la vida
A esta muerte lenta, oscuro suplicio, insomnio sin tregua
Prefiero saber que no existes
Prefiero que un rayo te corte las alas
O que mis pupilas se quemen al sol
Que cambie tu risa de notas y escalas
O desaparezca el séptimo vagón
Prefiero se tiña tu pelo dorado
Que cambies de raza, cultura y color
Que tu cuerpo, de atleta, se vea transformado
Para no reconocerte
Y no tener que encontrarme con tu mano cubierta
Tu vida completa, y satisfecha tu piel
Que veas mi tristeza junto a tu firmeza
Por fin tu venganza contra mi vanidad
Prefiero la amnesia, la lobotomía
Cualquier cirugía que me haga olvidar
Prefiero tu ausencia, prefiero la vida
A esta muerte lenta, a esta ansiedad
Prefiero el secuestro arduo y siniestro
Perfecto pretexto para disfrazar
Esta cobardía, mi dulce agonía
El miedo de verte, el dolor de pensarte
La triste utopía de volver a amarte
Mi eterna vergüenza, mi amarga sentencia
Mi autosimpatía y cargo de consciencia
Prefiero saber que no existes
